BREVE INTRODUCCIÓN
A LOS CELTAS Y SU MITOLOGÍA
Vicente Pólit
En los años 70 del siglo pasado en algún afortunado momento oí
una música que me fascinó. Me dejó cautivado y no pude menos que hacer todo lo
posible por averiguar de qué música se trataba. Cuando luego de esfuerzos y
espera lo logré, conocí que era música celta. Era la época de la
“contracultura”, que sobretodo en Europa y los Estados Unidos, y especialmente
en California, cuestionaba al sistema, a la guerra, promovía el pacifismo, el
amor y el retorno a la naturaleza y el rescate de las tradiciones, la solidaridad
y la comunidad. Fue en ese contexto que el movimiento de la contracultura
rescató la música celta. Para mí fue grata ocasión de acercarme a esa música y a
la historia y la cultura de ese pueblo singular.
El pueblo celta, dueño de una cultura rica y vibrante, es un
pueblo europeo que ocupó grandes extensiones de ese continente, pero de forma
especial la parte central y occidental. En sus migraciones y correrías fue al
Este europeo, e, incluso, hasta el Asia Menor. Aunque fue un mito griego el que
dió nombre al viejo continente, helenos y latinos fueron sobre todo
mediterráneos, por lo que hay autores que dicen que los verdaderos
constructores de Europa como un conjunto de pueblos y una cultura, fueron los
celtas. En su momento de mayor desarrollo el pueblo celta fue contemporáneo de
los griegos clásicos, para los que era un pueblo bárbaro del lejano norte, y de
los romanos, en la época de la república.
Los más importantes de los pueblos celtas tenían denominaciones
que empezaban por el término GAL y dieron nombre a las regiones en las que se
asentaban o asentaron. Así tenemos Gaélica, Gales, Galedonia, Galia, Galicia,
Galitzia, Gálatas. Pero de hecho hay
centenares de nombres de pueblos y tribus celtas que no empiezan de la manera
anotada. Entre otros, fueron celtas también los belgas, los helvecios y los
boios (que dieron nombre a Bélgica, Helvecia –el otro nombre de Suiza- y Bohemia).
Aunque el término “bárbaros” daban los griegos a todos los que no
eran griegos, después se usó para nombrar a los pueblos salvajes o de
costumbres extrañas. Como muchísimos pueblos guerreros de todo el mundo, los
celtas realizaban sacrificios humanos en ciertas ceremonias religiosas, pero, por
lo demás, desarrollaron una cultura riquísima en muy diversas facetas. La cerámica,
la metalurgia, los textiles, invenciones tecnológicas, en lo material, y en lo
inmaterial, los bardos, la poesía, la música, un trato digno y casi igualitario
a las mujeres, y hay que anotar que algunos conceptos básicos del derecho
internacional se formaron en las culturas y pueblos celtas, caracterizados por
una brillante fantasía, amor por los viajes y la aventura, y una gran
disposición poética. Los celtas amaban la naturaleza, y sus templos eran los
bosques, y sus sacerdotes, los druidas eran sabios, gente de grandes
conocimientos de los fenómenos de la natura y especialmente las plantas.
Pero los celtas eran un enorme conjunto de tribus, y a veces de
confederaciones de tribus, que nunca llegaron a unificarse y que no
constituyeron un Estado. Eso mismo, a pesar de su valentía legendaria, no pudo
impedir que a la postre sucumban contra el Estado más poderoso de su época, el
romano, que los venció, y eclipsó a la cultura celta en el año 54 de nuestra
era. La cultura celta sobrevivió de forma marginal en las regiones apartadas de
Europa occidental como islas y penínsulas lejanas, y de manera especial en la isla
de Irlanda. Pero la misma Irlanda no pudo mantener en pureza su cultura celta
porque fue subyugada por los invasores ingleses por casi 800 años y sólo pudo
adquirir su independencia en 1921-1949. En un hecho muy decidor, la República
de Irlanda es la única nación del orbe que ostenta como escudo, no armas ni
heráldica guerrera, sino un instrumento musical, el arpa celta. El arpa, más
que la gaita, es el instrumento por excelencia de este pueblo que produjo una
hermosa música, por un lado, alegre y festiva, propia de la danza colectiva, y
por otro, una música melodiosa, triste y nostálgica, de gran belleza.
La mitología celta es particularmente rica, pero el mito y
leyendas más importantes son los vinculados al rey Artús o Arturo, cuya aura
legendaria tuvo siempre tanta fama y reputación, que los propios reyes ingleses
no vacilaron en declararse descendientes de tan ilustre personaje. Pero tal
hecho fue y es un despropósito monumental, porque cuando vivió Artús no existía
Inglaterra, y, peor aún, Arturo, caudillo britano, luchó de forma victoriosa
justamente contra las primeras invasiones de anglos (o ingleses), sajones y
jutos. Esa misma lucha enconada, de los
indígenas celtas contra los invasores ingleses, es la que hasta poco se daba entre
católicos y protestantes en Ulster
(noreste de Irlanda), lucha religiosa que encubre su verdadero carácter: una
lucha étnica enconada y secular.
Artús contuvo a los invasores contra los que luchó, cuando a la
caída del imperio romano (inicio de la Alta Edad Media), los “bárbaros”
germánicos penetraron en el Imperio, y los pueblos que hemos mencionado
trataron de invadir las islas británicas (lo que a la larga lograron). Los
mitos britanos y bretones hablaron de un rey notable, de gran valentía,
nobleza, sabiduría, que logró una época de paz y prosperidad con la ayuda de
sus lugartenientes, imbuídos por él de los mismos valores. En la Baja Edad Media
(alrededor del año 1.111) estas leyendas fueron recogidas por numerosos poetas
y escritores que estructuraron la leyenda como se la conoce, pero desligada de
su circunstancia histórica real. Aparece de forma idealizada como un rey bajomedieval
(castillos, armaduras, estandartes y justas) que instituye la Orden de la Mesa
Redonda de Caballería.
Son mitos arturianos o Materia de Bretaña, a más del reinado de
Arturo, los del Lanzarote del Lago, Perceval y la búsqueda del Grial, Tristán e
Isolda, el mago Merlín y la Dama del Lago, Gauvain y otros más.
Los mitos arturianos, re-elaborados en la época de la poesía
galante y el amor cortés, encarnaron los ideales del “caballero”, el guerrero de
corazón generoso y rectas intenciones que pone su brazo y alma al servicio de
los más débiles y las causas justas (el “Poder” sirviente…). Es el
arquetipo del héroe en su quintaesencia. El espíritu caballeresco, con el amor
cortés, es uno de los aportes más importantes de Europa y el medioevo a la
cultura universal. Por ser parte del
imaginario de Occidente, ha calado muy hondo en su alma, en su ethos. Y no
sería nada difícil que lo sintamos y nos motive muy en el fondo, por el hecho
de estar muy probablemente en nuestro inconsciente colectivo.
MRM-Quito,
250613
BIBLIOGRAFIA
-Mariano Fontrodrona: Los
Celtas y sus mitos, Bruguera, Barcelona, 1978.
-Anne Ross: Druidas,
dioses y héroes de la mitología celta, Anaya, Madrid, 1990.
-Merle
Severy: The Celts, Europe’s founders,
en National Geographic Magazine, Mayo de 1977
-Jean Markale: Los Celtas
y la civilización celta, Taurus, Madrid, 1992.
-Martín de Riquer: Nota
Preliminar en Chretien de Troyes: Perceval o el cuento del grial,
Espasa Calpe, Madrid, 1961.
-Vicente Pólit: Trascendencia del bosque selvático y la
Amazonia en la vida actual, conferencia, Quito, 2.000.
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3/04/2013
APOLO
brillante, resplandeciente
Dios solar, o dios de la luz, arquero, justiciero, hijo predilecto, uno de los más importantes y polifacéticos dioses olímpicos de la mitología griega y romana. Para los romanos Apolo o Apolo Febo, pertenece a la segunda generación de los dioses olímpicos, los hijos. El segundo dios griego más importante después de Zeus. Era el dios de las artes, patrono de la música , la poesía, de la profecía y del tiro con arco. Era el justiciero y el que castigaba a los malvados, el patrón de la medicina que también podía traer plagas y enfermedades pero a la vez tenía el poder de curarlas. La medicina y la curación estaban asociadas con él ya directamente o por mediación de su hijo Asclepio, a quien se lo conoce como el dios de la medicina. Era el protector de los pastores y los rebaños.
Se le representaba de pie o caminando dando grandes pasos, como un bello joven imberbe con fuerza viril y largo cabello dorado, con la lira y una corona de laureles.
Hijo de Zeus y Leto, o Latona (una titánide). Fue el hijo más importante de Zeus. Hermano gemelo de Artemisa,o Diana, diosa de la caza y de la luna. Leto se quedó embarazada de Apolo y Artemisa, y vagó por la tierra en busca de un lugar para dar a luz. Ningún lugar la acogía porque la gente temía la ira de Hera, la celosa esposa de Zeus. A punto de dar a luz, llego a la isla desierta que fue denominada Delos y durante nueve días y nueve noches Leto padeció terribles dolores de parto. (Hera había evitado que la diosa de los buenos partos fuera a ayudarla). Apolo nació bajo una palmera, el séptimo día del mes. El número siete era sagrado para él. Cisnes cantores, las aves sagradas de Apolo, circundaron Delos siete veces antes de su nacimiento.Para su hijo predilecto Zeus le dio un carro con cisnes cuando nació.
· Apolo y Artemisa eran arqueros, sus flechas eran de oro y las de Artemisa de plata y fue ella como hermana mayor quien le enseño el arte del tiro con arco. Los dos fueron venerados por su pureza y conocidos por su lejanía, inaccesibilidad y por desaparecer (ella en el bosque, él en el misterioso reino de los hiberbóreos, que significa “más allá del norte” en tierras aún desconocidas, a donde se dice que iba Apolo para rejuvenecer). Residía en Delfos, al pie del monte Parnaso, durante la mayor parte del año, excepto en los meses de invierno que cedía su templo a Dionisios, mientras él se iba a la tierra de los hiperbóreos.
· Apolo celoso de su hermana que se había enamorado de un joven cazador llamad Orion, la retó para hacer un tiro y acertar una remota mancha que se hallaba a lo lejos en el mar. Su hermana acepto el reto e infalible dio en el blanco descubriendo demasiado tarde que había matado a Orion que se había metido en el agua….
· Apolo el músico Dios del arte, a Apolo se le asocia con dos instrumentos de cuerda, el arco y la lira. En su música se lo asociaba con la claridad y la pureza, a diferencia de la música dionísiaca, que expresa el caos, éxtasis, turbulencia y pasión, la música apolínea valora la nota clara, la pureza de la música que es como las matemáticas superiores, que aporta armonía a través del tiempo y mide y eleva el espíritu. La música clásica de Bach evoca a Apolo. La moderación y la belleza fueron la esencia y el efecto de la música de Apolo. Controlaba todo lo salvaje, encantaba incluso a las bestias salvajes. Apolo le entregó la lira a Orfeo……
También era el jefe de las musas y director de su coro Los himnos cantados en su honor recibían el nombre de peanes., así actuaba como dios patrón de la música y la poesía. Hermes creó la lira para él y él la entregaría a Orfeo
· La gente acudía al templo de Apolo para consultar su oráculo y para purificarse cuando habían cometido un crimen. Apolo entonces era el otorgador de la ley, era la autoridad de la ley y el orden.
· En su templo de Delfos hay inscritos dos famosos preceptos “Conócete a ti mismo y “Nada en exceso” y otros preceptos que transmitían los valores de moderación y autoridad propios de Apolo
Refrena tu espíritu
Observa el límite
Odia el orgullo
Que tus palabras sean respetuosas
Teme a la autoridad
Inclínate ante lo divino
No te vanaglories de la fuerza
Dios de las ciudades y sus instituciones legales, interpretó la ley y abogó por el orden y la moderación, proporcionó la estructura para que la comunidad trabajara conjuntamente y los medios para arreglar las disputas. El justiciero y el músico expresan este instinto del arquetipo hacia el orden y la forma. Apolo concede a su trabajo una dimensión sagrada.
Apolo y sus amores fracasados
· Dafne fue el primer amor de Apolo y Eros fue el causante de sus problemas. Apolo se había burlado de las destrezas de Eros con el arco y la flecha, Eros lanzó una flecha de amor de oro al corazón de Apolo y una flecha de plomo repelente del amor al de Dafne. Apolo ardiendo de pasión persiguió a Dafne y cuando estaba punto de alcanzarla, ella invocó la ayuda de su padre el dios rio, quien la convirtió en un laurel. Apolo siguió amándola, y así el laurel se convirtió en su árbol sagrado y sus hojas convertidas en coronas adornaron su pelo. (corona de laurel a los ganadores en los juegos Píticos)
· Casandra es la mujer más conocida que rechazó a Apolo y pagó su precio. Era hija de Príamo y Hécuba los reyes de Troya. Apolo enseñó a Casandra el arte de la profecía a cambio de que ella se convierta en su amante. Pero Casandra no cumplió su promesa . Como ya no podía quitarle el don de la profecía su venganza fue hacer que nadie le creyera, acabó encerrada por loca.
· Coronis una hermosa joven quedó embarazada de un hijo. Apolo designó a una corneja blanca para que la vigilara. La corneja le informó que ella lo engañaba. Como respuesta Apolo mató a Coronis. Luego se arrepintió pero nada se pudo hacer. Apolo le sacó el hijo que iba a nacer y lo llevó al centauro Quiron para que lo eduque. Este hijo fue Asclepio, que se convirtió en el dios de la medicina y de la sanación.
· También se enamoró en una ocasión de un hombre, Jacinto, hijo del rey de Esparta. Abandonó Delfos para pasar todo el tiempo con el y un día cuando ambos competían en una prueba de lanzamiento de disco, el disco de Apolo rebotó en una piedra y mató a Jacinto. De la sangre de Jacinto brotó la flor que lleva su nombre, así quiso Apolo que fuese recordado.
Apolo, el arquetipo
· Apolo podía ver con claridad en la lejanía y observar los detalles de la vida con una visión general, podía buscar el blanco y acertar en él con su arco y sus flechas o crear armonía con su música. El arquetipo Apolo prefiere el pensamiento al sentimiento, la distancia a la proximidad, la evaluación objetiva a la intuición subjetiva.
En el contexto literario Apolo representa la armonía, el orden y la razón, características que contrastaban con las de Dioniso, dios del vino, que representaba el éxtasis y el desorden. El contraste entre los papeles de estos dioses queda reflejado en los adjetivos apolíneo y dionisíaco. Apolíneo y Dionisíaco son dos modos diferentes de entender la experiencia vital, en pugna y a la vez, complementarios.
“Lo apolíneo es un principio sosegador y aquietador. El solar Apolo representa el principio de racionalización gracias al cual nos sumergimos en la tranquila serenidad de la apariencia bella y nos sustraemos del flujo salvaje de nuestras vidas”.
Información tomada del libro de Jean Shinoda Bolen, Los dioses de cada hombre, Kairós 1999
Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Apolo
Vicente Pólit,
260313
Orfeo u Orfeus es un personaje mitológico de la antigua Grecia, de enorme trascendencia para la cultura y la civilización helénicas. Mortal, semidios o dios, y hasta tal vez personaje real, de carne y hueso, tuvo un importantísimo influjo en su época y en la posteridad. Y, modernamente, estamos hablando del Renacimiento hasta el presente, ha servido de inspiración a poetas, escritores, músicos y cineastas. La que se ha considerado como la primera ópera de la historia, compuesta por Claudio Monteverdi, lleva su nombre y se refiere a su mito.
Hay que señalar que el nombre de Orfeo está asociado a dos temas: el mito de Orfeo, que tiene que ver con muchos otros, simbólicos y arquetípicos (el regreso del más allá, el martirio por amor, etc..), pero del que quisiera rescatar el relacionado con la Música; y el Orfismo, que tiene que ver con una religión muy antigua que él, o alguien a nombre de él, fundara. Vamos a ver las dos vertientes de este fascinante personaje o fenómeno cultural.
ORFEO Y LA MUSICA
El arte es .. expresión que nace de la espiritualidad del ser humano. Está íntimamente ligado con el placer de los sentidos y con el afán de trascendencia que constituye una necesidad en el hombre. Pero también las artes llevadas al terreno social pueden ayudar a modificar una realidad adversa. El arte es, por cierto, una herramienta de transformación social pero también la posibilidad de alimentar el espíritu, de desarrollar la sensibilidad …, "La música es una de las cosas que puede salvar al mundo, porque un hombre que busca y encuentra y se solaza horas y días y años y años luz, a través de generaciones, con la belleza, ¿qué otra cosa puede querer que un mundo mejor?", sostenía Atahualpa Yupanqui
Según la definición más común de la Real Academia Española, la música es el arte de combinar los sonidos de la voz humana o de los instrumentos, o de unos y otros a la vez, de modo que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad, ya sea alegre, ya tristemente. Así pues, la RAE atribuye a la música el ‘poder’ de conmover, bien para alegrarnos o entristecernos.
El concepto de música ha ido evolucionando desde su origen en la antigua Grecia, donde era una de las seis bellas artes, junto a la arquitectura, la escultura, la pintura, la literatura y la danza. Es innegable, por tanto, que la música es algo inmaterial, a veces difícil de definir. El origen de la palabra viene del griego y significa ‘el arte de las musas’, ya que los antiguos helenos consideraban que estaba inspirada por estas diosas.
La música puede ser un simple reflejo de un estado de ánimo, pero también puede modificarlo. La Historia está repleta de ejemplos de ambos casos. 1/
La Música es, como se ha dicho desde hace milenios, el lenguaje de los dioses. Es el arte capaz de conmover hasta las fibras más íntimas.
La figura de Orfeo es muy ilustrativa de este fenómeno. Músico y poeta de la Grecia antigua y milenaria, nacido en Tracia, es el caso de un ser que fue amado y venerado, muerto y resucitado y deificado. No solo porque fue recibido en el Olimpo tras su martirio, sino porque es considerado en muchas tradiciones como el dios de la Música.
De acuerdo con la tradición más conocida, Orfeus era el hijo de Eagro, rey de Tracia y de la musa Calíope. Según otras fuentes, su padre no era Eagro, sino el dios Apolo.
Desde el siglo VI A.E. en adelante fue considerado como uno de los principales poetas y músicos de la Antigüedad, el inventor de la cítara y quien añadió dos cuerdas a la lira: antes, la lira tenía siete cuerdas; la lira de Orfeo, nueve, en honor a las nueve musas
Orfeo se unió a la expedición de los Argonautas, en la que marcaba el ritmo de los remeros. Con su música, protegió a sus compañeros de las Sirenas, que vivían en la isla Antemoésa, y cantaban hermosas canciones para atraer a los marinos y devorarlos. Cuando oyó las voces de las Sirenas, Orfeo sacó la lira y tocó su música, que era más bella que la de ellas, a la que tapaba y ahogaba.
Se le supone como uno de los pioneros de la civilización, habiendo enseñado a la humanidad las artes de la medicina, la escritura y la agricultura. En su aspecto más conectado con la vida religiosa, fue augur y profeta. Practicó las artes de la magia, en especial la astrología. Fundó o hizo accesibles muchos cultos importantes, como los de Apolo y Dionisos; instituyó ritos místicos, tanto públicos como privados; prescribió rituales iniciatorios y de purificación. Se dice que había visitado Egipto.
La leyenda más conocida de Orfeo es la de su relación con la ninfa Eurídice y su aventura por rescatarla.
Eurídice, esposa de Orfeo, murió al ser mordida por una serpiente mientras huía de Aristeo.
En las orillas del río Estrimón, Orfeo se lamentaba amargamente por la pérdida de Eurídice. Consternado, Orfeo tocó canciones tan tristes y cantó tan lastimeramente que todas las ninfas y todos los dioses lloraron y le aconsejaron que descendiera al inframundo (catábasis) en busca de su amada. Camino de las profundidades del inframundo, Orfeo tuvo que sortear muchos peligros. Empleando su música, hizo detenerse los tormentos del inframundo (por primera y única vez), y, llegado el momento, ablandó los corazones de Hades y Perséfone, que permitieron a Eurídice que volviera con Orfeo al mundo de los vivos, pero con la condición de que él caminase delante de ella y no mirase atrás hasta que hubieran alcanzado el mundo superior y los rayos de sol bañasen a la mujer.
A pesar de sus ansias, Orfeo no volvió la cabeza en todo el trayecto… Orfeo y Eurídice llegaron finalmente a la superficie. Entonces, ya por la desesperación, Orfeo volvió la cabeza para ver a su amada; pero ella todavía no había sido completamente bañada por el sol, y aún tenía un pie en el camino del inframundo, así que se desvaneció en el aire, y esa vez para siempre.
Según cuenta Ovidio, Orfeo intentó regresar al inframundo, pero Caronte le negó el paso por el río Leteo, así que Orfeo se retiró a los montes Ródope y Hemo, en Tracia, donde permaneció tres años evitando la unión amorosa con cualquier mujer, a pesar de que se le ofrecieron muchas ninfas.
En esos montes, fue visto por las Bacantes tracias, que se sintieron despreciadas por él. Apresaron a los animales que lo acompañaban y a él lo apedrearon, lo despedazaron y esparcieron sus miembros. Su cabeza y su lira fueron arrojadas al río Hebro; esos restos fueron a parar al mar, y, cerca de la isla de Lesbos, una serpiente quiso comerse la cabeza de Orfeo, pero Apolo la transformó en roca. Por su parte, Dioniso castigó a las Bacantes convirtiéndolas en árboles. Mientras, el alma de Orfeo encontró a la de Eurídice en el inframundo, y desde ese momento son inseparables.
En otras versiones al ocurrir la muerte de Orfeo su lira fue colocada entre las constelaciones, y a ruego de Apolo, Zeus lo resucitó y lo admitió directamente en el Olimpo.
Pero hay mucho más que estas leyendas. El mito de Orfeo incluye los que se conoce como
El Orfismo fue una corriente religiosa que apareció en Grecia entre los siglos VII o VI a. de C.
Es posible que Orfeo, apasionante personaje de la mitología griega, pudiera haber existido realmente. Quizás fue, incluso, un sacerdote de los cultos de Dionisios, que después de haber tenido acceso a los conocimientos secretos del más allá decidió replantear los propios ritos mistéricos dionisíacos. Una vez que surgió la figura de Orfeo los cultos dionisíacos se fueron impregnando de elevadas dosis de ascetismo, moralidad y ansia plena de fusión con la divinidad.
Los Órficos fueron un grupo que unió creencias procedentes del culto al dios Apolo, con otras relacionadas con la reencarnación. El orfismo se puede definir como un movimiento religioso místico sincrético en tanto se nutría de otros movimientos como el Pitagorismo, con el que compartía la creencia en la Transmigración de las Almas, el Culto a Dionisios, del que adopta el éxtasis, y las sectas de Eleusis, con las que comparte el elemento mistérico/subterráneo.
El mito básico propuesto por el orfismo dice lo siguiente: Dionisios, de niño, es destrozado y devorado por los Titanes. Atenea sólo salvó su corazón, para revivirlo Zeus se lo traga y después engendra de nuevo a Dionisios, y lo tiene en su muslo. Zeus destruye a los Titanes con el rayo y de sus cenizas surge el género humano. El dualismo antropológico y la propuesta moral que defiende se articula precisamente a partir del mito: el hombre consta de dos elementos, el elemento divino o alma, relacionado con Dionisios, y el elemento titánico o cuerpo relacionado con los Titanes. El primero es el principio del bien, divino e inmortal y que hay que cuidar; el segundo el principio del mal, mortal y que es preciso despreciar.
Los dioses del Olimpo se caracterizaban por estar muy difundidos en la vida diaria de los griegos. Mediante la comunicación oral (a través de las narrativas míticas) y la comunicación visual (en santuarios y fiestas religiosas), sus atributos y aventuras eran transmitidos de generación a generación. A diferencia de otras religiones, la del pueblo griego no se basaba en conceptos abstractos ni doctrinas.
Las obras de poetas y filósofos son los únicos documentos escritos en que aparecen expresados los pensamientos de la religión griega. De las sectas desligadas de la religión del pueblo emergieron los fundamentos doctrinales para un segundo tipo de religión, la mística, es decir, “la unidad sustancial y la identificación religiosa del espíritu divino y el humano, basada en la idea de la naturaleza divina del alma y de su inmortalidad.”
En su obra sobre el misticismo griego, el historiador de las religiones de origen italiano Dario Sabatucci (nacido en 1923), ha planteado que el misticismo entre los griegos surgió como respuesta a la necesidad de adoptar un modo de vida alternativo al sistema político-religioso predominante. Así surgieron, por ejemplo, el pitagorismo, el orfismo y los misterios de Eleusis. Junto a la tradición filosófica, el misticismo órfico iba más allá de un sistema politeísta para pensar en un principio absoluto trascendente.
La importancia histórica del orfismo radica en que influyó en el pitagorismo, a través de él, en Platón, y a través de él, en el Cristianismo.
Su música era tan hermosa que, cuando sonaba, las fieras del bosque se acercaban a lamerle los pies y hasta las turbulentas aguas de los ríos se desviaban de su cauce para poder escuchar aquellos sones maravillosos.
Con su música, Orfeo era capaz no sólo de calmar a las bestias salvajes, sino incluso de mover árboles y rocas y detener el curso de los ríos, amansar monstruos del Averno y conmover a lo inconmovible.
Termino con dos poemas castellanos antiguos que nos hablan de ese poder mágico de la música. El primero, un fragmento, de autor conocido, el famoso poeta Garcilazo de la Vega, es el más moderno. El segundo, más antiguo, hermoso y enigmático, de autor anónimo como casi todos los romances, es un romance castellano que data de los siglos XIV o XV.
A la Flor de Gnido
Garcilaso de la Vega
(c. 1501–1536) | ||
Si de mi baja lira
Tanto pudiese el son, que en un momento Aplacase la ira Del animoso viento, Y la furia del mar y el movimiento;
Y en ásperas montañas
Con el süave canto enterneciese Las fieras alimañas, Los árboles moviese, Y al son confusamente los trajese;
No pienses que cantado
Sería de mí, hermosa flor de Gnido, |
Romance del Conde Arnaldos.
¡Quién hubiese tal ventura
sobre las aguas del mar
como hubo el conde Arnaldos
la mañana de San Juan!
Con un halcón en la mano
la caza iba a cazar,
vio venir una galera
que a tierra quiere llegar;
las velas traía de seda,
la jarcia de oro torzal,
áncoras tiene de plata,
sobre las aguas del mar
como hubo el conde Arnaldos
la mañana de San Juan!
Con un halcón en la mano
la caza iba a cazar,
vio venir una galera
que a tierra quiere llegar;
las velas traía de seda,
la jarcia de oro torzal,
áncoras tiene de plata,
tablas de fino coral.
Marinero que la manda
diciendo viene un cantar
que la mar ponía en calma,
diciendo viene un cantar
que la mar ponía en calma,
los vientos hace amainar;
los peces que andan al hondo
arriba los hace andar,
las aves que van volando
al mástil vienen posar.
Allí habló el conde Arnaldos,
bien oiréis lo que dirá:
-Por tu vida, marinero,
dígasme ahora ese cantar.
Respondióle el marinero,
tal respuesta le fue a dar:
-Yo no digo mi canción
sino a quien conmigo va.
arriba los hace andar,
las aves que van volando
al mástil vienen posar.
Allí habló el conde Arnaldos,
bien oiréis lo que dirá:
-Por tu vida, marinero,
dígasme ahora ese cantar.
Respondióle el marinero,
tal respuesta le fue a dar:
-Yo no digo mi canción
sino a quien conmigo va.
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